REFUGEES WELCOME TO CATALONIA: A PRACTICAL GUIDE

jueves, 7 de abril de 2011

Uniforme escolar y Amnistia Internacional

Horas antes de tomar posesión de su nueva consejería, la titular Sra.Irene Rigau, ya anunció su primera medida drástica de cara a mejorar la educación en Catalunya. Su departamento dejaría de llamarse Educació y pasaría a llamarse Ensenyament. Medida, por otro lado, que también tomó uno de sus antecesores, el Sr. Bargalló de ERC, hace 9 años aproximadamente, pero al revés.

La realidad ha demostrado que aunque la mona se vista de seda ....

Siguiendo con medidas rápidas para conseguir lo que el Sr. Ernest Maragall, otro antecesor suyo, llamaba la 'excelencia educativa', Rigau decidió también retrasar el inicio de las clases al 8 de enero, en lugar del 7 y eliminar la Semana Blanca.

No me quiero referir en este artículo a los aberrantes recortes presupuestarios a los centros públicos, mientras se han otorgado conciertos educativos a escuelas privadas en contra del criterio de la Inspección educativa y de los sindicatos, ni del hecho de que desde que ganaron las elecciones, no se cubren la mayoría de las bajas docentes y no docentes. Hoy nos vamos a centrar en la nueva 'cortina de humo' de la Consellera: el uniforme escolar.

Este es un tema recurrente, recuerdo hace unos años la situación que viví en un instituto. Cada vez que subía las escaleras hacia el aula tenía ante mi un número ingente de tangas y algunos calzoncillos de varias marcas, tamaños y colores a la vista. Una vez superada la visión multitudinaria de tangas subiendo por las escaleras, entré en el aula y al poner la libreta en la mesa, ahí, delante de mí se encontraba la voluptuosa Denise Emperatriz. La miré y me temí lo peor: un estornudo.  ¿Qué pasaría con esa ropa y sostenes tan ceñidos al cuerpo si estornudaba 
Me puse a pasar lista mirando alrededor y casi le pongo falta a Kevin, un pequeño muchachito escondido tras Denise Emperatriz, que no sabía donde mirar. Tuve que repetir su nombre un par de veces para sacarlo de sus pensamientos.

Entre la colección de lencería a la vista que me ofrecían mis alumnas destacaba por contraste Souhaila ataviada con su pañuelo en la cabeza o hiyab. 

Alguno de mis lectores dirá, ¿por qué no llamaste a la madre de Denise Emperatriz y le dijiste que así no se puede venir al instituto? Pues sí, lo hice.

 Llegó, estaba sentada en un banco del pasillo esperando. La vi a lo lejos, era una señora enorme, con unos senos no menos enormes, encorsetados en una mini camiseta dejando el ombligo al descubierto, comiendo pipas y ¡tirando las cáscaras al suelo del pasillo del instituto!

¡Dios mio! ¿y qué le digo yo ahora a esta señora? ....

Esta es una situación verídica, con nombres cambiados.

El uniforme escolar, nacido en Europa a finales del siglo XIX en centros católicos, genera posturas irreconciliables a favor y en contra. Ello demuestra que detrás de ellos hay un fuerte significado psicológico y social.

Los defensores del uniforme aseguran que favorece la disciplina, la  obediencia y la concentración, que democratiza a los alumnos y es una ayuda económica a las familias puesto que no gastan en ropa de marca. También se dice que ayuda a intervenir contra la vestimenta de las bandas.
Pero, por otro lado, no podemos dejar en el olvido un argumento que no se dice por no ser políticamente correcto: la diversidad de oculta con los uniformes, y así se ignora con mayor legitimidad, cosa que interesa a una parte de la sociedad.

Los contrarios al uniforme argumentan que evoca despersonalización, falta de iniciativa y ausencia de sensibilidad estética. Quien viste un uniforme deja de ser uno y se convierte en masa fácilmente identificable.

Nos guste o no, el uniforme es transmisor de valores tradicionales y conservadores. Por eso nuestro super-mega-crack Duran i Lleida opina en su blog que "los jóvenes en edad escolar son un poco transgresores, y esto también se refleja en la vestimenta", y por ello, él es partidario de reforzar la disciplina en la escuela y fuera de las aulas.

Curiosamente países tan diferentes como Gran Bretaña y Cuba, por poner sólo dos ejemplos, son firmes valedores de los uniformes.

Mientras que nuestro debate se centra en la forma de vestir de nuestr@s adolescentes en los centros escolares, a pocas horas de aquí en avión la realidad se centra en conseguir que las mujeres tengan derecho a vestirse como ellas elijan.

Por ejemplo, en Chechenia, el presidente instó a las mujeres a vestir 'como manda la tradición', y a llevar un pañuelo en la cabeza. Si incumplen la norma pueden ser expulsadas del sistema educativo.

 En Arabia Saudí no se les permite llevar vestimenta que se considere transparente o ajustada. La policía religiosa amonesta a las mujeres por no cubrirse el rostro o por mostrar las piernas, los brazos, los tobillos y el cabello. Algunas veces las azotan en la calle o las detienen.

 En Irán, las mujeres deben llevar una vestimenta holgada y tienen que cubrirse la cabeza, el cuello, los brazos y las piernas. Las mujeres que infrinjan el código pueden ser condenadas a penas de entre 10 días y dos meses de cárcel.

 En Sudán las mujeres pueden ser flageladas, maltratadas y torturadas por llevar pantalones. Según el artículo 152 del Código Penal de Sudán, queda prohibido vestir pantalones por contradecir la Constitución Provisional y la Declaración de Derechos.

 El ejemplo más mediático fue el de la periodista sudanesa Lubna Hussein que, impugnando su propia detención junto con otras 12 mujeres por llevar pantalones, inició una campaña pública para denunciar este trato cruel, inhumano y degradante hacia mujeres y niñas menores de 18 años. De todas ellas, ocho mujeres fueron flageladas en público con un látigo de alambre y plástico que, según informes de Amnistía Internacional, les dejó cicatrices permanentes.

 Lubna decidió plantar cara públicamente a su arresto e invitó a 500 periodistas y amigos para que asistieran a su juicio; explicó que sin testigos nadie se creería que alguien pudiera ser flagelado por llevar ropa normal en público. 100 activistas se manifestaron a las puertas del juzgado el día del juicio, que fue pospuesto dos veces. Finalmente Lubna fue sentenciada a pagar 500 libras y a un mes de cárcel. Lubna se negó a pagar la multa (que sí pagó el Sindicato de Periodistas en contra de su voluntad) y fue liberada el día siguiente. 

En Bélgica y Francia han prohibido el uso de velos que cubren todo el rostro en espacios públicos. 

El Senado español también aprobó una moción en la que se instaba al gobierno a prohibir el uso del velo integral “en espacios y acontecimientos públicos”. Varios municipios españoles ya han prohibido el uso del velo integral en edificios municipales.

Los defensores de estas medidas afirman que así se ayudará a proteger a las mujeres frente a la presión de sus comunidades y que son necesarias para combatir la discriminación y salvaguardar la igualdad de género. Otros apoyan estas prohibiciones como medidas de seguridad pública.

Si nos ponemos a regular la forma de vestir entramos en dinámicas que no nos llevarán a buen puerto.  

Finalmente, está claro que mientras que en las escuelas hace falta reflexionar sobre la forma de vestir, la sociedad no puede combatir la discriminación con discriminación. A nivel escolar es mejor llegar a acuerdos entre la comunidad educativa (familias, alumnos y profesorado) para consensuar la vestimenta escolar, más que imponer un uniforme. Y a nivel social, la igualdad de género no se promueve imponiendo las prendas que pueden o no pueden vestir las mujeres, sino garantizando que las mujeres puedan tomar sus propias decisiones y llevarlas a cabo efectivamente.

Afortunadamente para todos, ni mi alumna Denise Emperatriz ni su madre viven en Sudán.

1 comentario:

David Navarro dijo...

Buena perspectiva, pero yo creo que la cortina de humo barre en dos direcciones:
Por un lado, como bien explicas, no nos percatamos de que a unos cuantos kilómetros de distancia la libertad para escoger el vestuario puede acarrear duras sanciones.
Por otro lado, mientras salta a la palestra un debate estéril y antiguo, el de uniformes sí o no, la consellera de "ensenyament" practica sus recortes en un sector clave para el futuro.
Digo que es un debate estéril porque, como tú tambien apuntas, no se puede a día de hoy imponer el vestuario a nadie. Por muchos motivos. Valga como uno de los más importantes la necesidad de sanear otros valores entre los chicos y chicas, como por ejemplo, la educación, el civismo, la solidaridad, el respeto, y podría seguir hasta enumerar muchos valores que sólo algunos jóvenes traen de casa a las aulas.
Y digo que es un debate antiguo porque de vez en cuando aparece. Precisamente cuando es lo último de lo que deberíamos preocuparnos.
En serio, si pusiéramos una cámara oculta en los pasillos o en un aula de un instituto la gente se daría cuenta de hasta qué punto va a la deriva el sistema educativo. Y creo que los profesores somos los últimos culpables.