Llega el 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos, el día
de los Muertos, y muchas veces los más pequeños nos hacen preguntas a las que
no sabemos dar respuesta:
--Oye, ¿y después de la
muerte, qué hay?
Preguntas que a veces también nos hacemos nosotros mismos y
a menudo no sabemos qué contestar.
Este es un ejemplo de las preguntas que surgen del diálogo
entre los personajes del libro Max y su sombra escrito publicado por la Editorial Proteus
de Barcelona.
Max y su sombra es una historia entrañable
entre un chico y su sombra, un diálogo donde los silencios son más importantes
que las palabras. Un diálogo con respuestas sencillas a preguntas que nos hemos
hecho desde que el mundo es mundo y que solo los niños se atreven a preguntar,
con una inocente crudeza.
--Pero, ¿no te dan pena los
muertos?
Max y su sombra es, ante todo, una historia
que permite al adulto reforzar el equilibrio emocional del niño a través del
personaje principal, reflexionar sobre los factores de riesgo asociados a la
depresión en niños y adolescentes y hablar de la pérdida de un ser querido, al
tiempo que transmitir el placer de la lectura.
En contra de lo que pueda parecer, Max y su sombra
no es un libro triste, sino optimista:
--¡Cuantas estrellas! --pensó
Max-- ¡Parece una fiesta!
El escritor mallorquín Gabriel
Janer Manila establece una distinción entre 'obras de iniciación' y 'obras
iniciáticas'. Las obras de iniciación narran las aventuras de un protagonista
con un objetivo determinado. Su recorrido descubre al personaje principal el
sentido de la vida. Las obras iniciáticas, son aquellas donde el lector es
quien se inicia. Permiten al lector, joven o adulto, reflexionar sobre algún
tema central de su propia existencia.
Max y su sombra es
ambas: una historia de un niño que conoce a la muerte, dialoga con ella y no la teme al tiempo que con sus
reflexiones, lleva al lector hacia una iniciación reflexiva e intensa sobre la
muerte humana ya sea por vejez, enfermedad, accidente o suicidio. Max y
su sombra no es exclusivamente literatura infantil. Se dirige a
lectores entre los 9 y 99 años que quieren paladear buena literatura.
Las palabras y silencios de Max y su sombra beben de dos clásicos de
la literatura infantil: El pato y la muerte de Wolf Erlbruch y El
Principito de Antoine de Saint-Exupéry. Y sus palabras no tendrían la
fuerza y delicadeza que transmiten al lector si no fuesen acompañadas por las
sutiles ilustraciones de Laura Borràs: pinceladas que acarician al lector con
suavidad, calidez y dulzura. En el preciso momento en que acabamos la lectura
ya lo echamos de menos.
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