1000

Ya falta poco, quizás un@ de vosotr@s será el número 1000. No se quién será, pero es un número emblemático que bien merece un texto especial.

Especial porque nunca pensé que tanta gente entrase a ver las cosas que publico, no asumo que encima las leáis. Tampoco se exactamente el número de personas que habéis hecho que el marcador llegue a 1000 visitas, y sobre todo lo que más me sorprende es el origen tan dispar de mis visitantes: España, Francia, Alemania, Hungria, Suiza, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Rusia, EEUU, Venezuela, China, Singapur, Siria, Irán, Israel, Malasia.


Durante estos meses el blog se ha ido configurando en cuatro áreas temáticas:

• escritos personales (Nolloc, Excursiones menorquinas, Rythm & Blues, arte, recomendaciones bibliográficas,...)
• escritos políticos (la guerra en Libia, la vergüenza de pertenecer a Europa, derechos humanos,....) 
• escritos para remover conciencias (textos de Chomsky, Indignáos, Reacciona, ...) 
• escritos locales (la enseñanza en Catalunya, las elecciones catalanas, el Barça y sus múltiples facetas,....).

¿Por qué he elegido el número 1000?

He considerado que 1000 visitas a mi blog es un regalo que me hacéis y he querido devolveros el regalo de una manera diferente:

A través de una flor, la forma en que los egipcios, a través de su escritura jeroglífica, representaban el 1000.

Mediante un árbol a través de un ideograma chino

 

Y por último a través de lo desconocido, de la intriga. Aquello que nos hace que cada día sea un nuevo día. Lo que hace que nos levantemos cada día sin saber qué será de nosotros. La incógnita de la x griega.

Cuando hayas acabado de leer este texto, quizás ya estemos en la visita 1001, quizás seas tú la visita número 1000, y por eso qué mejor cita que las palabras de Simbad el Marino, en Las mil y una Noches, antes de iniciar el relato de sus aventuras. Palabras que podríamos asumir como nuestras antes de iniciar una nueva etapa en nuestra aventura bloguera:

"¡Pero cuanto voy a contarte a ti y a todos mis honorables invitados, no me sucedió, en suma, más porque el destino lo había dispuesto de antemano y porque toda cosa escrita debe acaecer, sin que sea posible rehuirla o evitarla!"

¡Gracias!