El espíritu de los Fiasco Awards
El avance tecnológico no es un camino recto. Pese a las inversiones económicas, los esfuerzos intelectuales y las esperanzas invertidas, a menudo, en lugar de conseguir un producto exitoso, una empresa rentable, un nuevo servicio útil o un desarrollo interesante acabamos teniendo entre manos un auténtico fiasco . Pero los éxitos y los fiascos forman parte del mismo proceso de avance, son la cara y la cruz de la misma moneda. Los primeros se celebran y de los segundos, superado el susto inicial, se aprende. Además, suelen ser muy divertidos.
Objetivos
Los Fiasco Awards tienen como objetivos:
¿Quién organiza?
Un equipo de personas vinculadas al sector TIC, el FAT (Fiasco Awards Team) , se encarga de organizar la iniciativa y se responsabiliza de todo.
COMPARTE LOS FIASCO AWARDS Los Fiasco Awards quieren premiar a los mejores proyectos del ámbito TIC que han acabado en FIASCO, con el fin de potenciar el espíritu crítico, fomentar la actitud positiva hacia los escollos del camino hacia el éxito y, para qué negarlo, ¡para divertirnos!
SAGA, el Sistema de Administración i Gestión Académica de la Generalitat de Catalunya no sólo ha sido finalista el año 2011, ya en el año 2009 llegó a la final y consiguió un accésit.
El SAGA es el Sistema de Administración y Gestión Académica que el Departament d'Educació pone a disposición de todos los profesores de los centros educativos públicos de Catalunya. El nuevo software pretende mejorar el Winsec, la aplicación que hasta ese momento gestionaba las notas y los expedientes del millón aproximado de alumnos de las 2.500 escuelas e institutos públicos.
El fiasco
El descontento del profesorado con el SAGA es evidente cada vez que se acercan las evaluaciones trimestrales. La dificultad para introducir las notas y actualizar los expedientes ha hecho que muchos profesores acaben haciéndolo manualmente y muchas veces las disfunciones de la aplicación no les permiten otorgar ciertas titulaciones. Ante tantos problemas, muchos centros han vuelto al Winsec que, pese a estar bastante obsoleto, ofrece más fiabilidad que el moderno SAGA.
¿Qué hemos aprendido?
La introducción masiva de las nuevas tecnologías en el mundo educativo es uno de los retos principales para afrontar adecuadamente la transición hacia una verdadera Sociedad de la Información. No es un reto fácil: hace falta reconvertir al profesorado, actualizar los objetivos y los programas educativos, disponer de nuevos equipamientos y diseñar nuevos modelos de gestión de la información. Cuando se comprueba que una aplicación no resuelve las necesidades de los usuarios, en este caso los profesores, se necesita una reacción más rápida.
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