“Cincuenta años después de que la vela empezara a arrojar luz sobre la represión, la revolución de los derechos humanos se encuentra en el umbral de un cambio histórico”, ha declarado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional. “Pero las fuerzas de represión están contraatacando con crudeza. La comunidad internacional debe aprovechar la oportunidad para el cambio y asegurarse de que 2011 no se convierte en un falso amanecer para los derechos humanos.”
Se está librando una batalla fundamental por el control del acceso a la información, los medios de comunicación y la tecnología de redes, mientras las redes de medios sociales alimentan un nuevo activismo que los gobiernos luchan por controlar. Tal como se ha presenciado en Túnez y Egipto, los intentos de los gobiernos por bloquear el acceso a Internet o cortar las redes de telefonía móvil pueden fracasar, pero los gobiernos están peleando por recuperar la iniciativa o por utilizar esta tecnología contra los activistas.
“Nunca, desde el final de la Guerra Fría, tantos gobiernos represivos se habían enfrentado a semejante desafío para mantener su poder. La demanda de derechos políticos y económicos que se propaga por todo Oriente Próximo y el Norte de África es prueba viviente de que todos los derechos son igual de importantes, y son un requerimiento universal”, ha manifestado Salil Shetty.
El Informe 2011 de Amnistía Internacional documenta restricciones específicas a la libertad de expresión en al menos 89 países, destaca casos de presos de conciencia en al menos 48, documenta tortura y otros malos tratos en al menos 98, e informa de juicios injustos en al menos 54.
Lejos de los titulares internacionales, miles de defensores y defensoras de los derechos humanos fueron amenazados, encarcelados, torturados y asesinados en lugares como Afganistán, Angola, Brasil, China, México, Rusia, Tailandia, Turquía, Uzbekistán, Vietnam y Zimbabue.
El informe anual de Amnistía Internacional destaca también:
- el deterioro de la situación en algunos países, como la sombría imagen que se presenta para los activistas en Ucrania, Bielorrusia y Kirguistán, la espiral de violencia en Nigeria, y la creciente crisis que plantea la insurgencia armada maoísta en el centro y el nordeste de India;
- las tendencias regionales, que incluyen una amenaza cada vez mayor para los pueblos indígenas en América, el deterioro de la situación legal para las mujeres que eligen vestir un velo que cubre todo el rostro en Europa, y la creciente disposición de los Estados europeos a enviar a gente de vuelta a lugares donde corre peligro de sufrir persecución;
- los conflictos que han asolado Chad, Colombia, Irak, Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, el Cáucaso Norte en Rusia, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Sri Lanka, Sudán y Somalia, en los que grupos armados y fuerzas gubernamentales han atacado con frecuencia a la población civil.
- las señales de progreso, como por ejemplo la firme disminución de la pena de muerte, algunas mejoras en la atención a la salud materna en lugares como Indonesia o Sierra Leona, y el procesamiento de algunos de los responsables de delitos contra los derechos humanos cometidos durante los gobiernos militares que, en el pasado, ocuparon el poder en Latinoamérica.
http://www.amnesty.org/es/annual-report/2011
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