El periodista y escritor Sergio del Molino publicó en 2016 La España Vacía. Viaje por un país que nunca fue en la editorial Turner y ganó el premio Cálamo al mejor Libro del año, según los lectores que participaron en la votación.
Se trata de un ensayo sobre la España interior y su diáspora rural, cómo se va desangrando poco a poco a partir de los años 50. Es un viaje histórico, biográfico y sentimental por un país deshabitado dentro de España. Las consecuencias de este éxodo marcan el carácter de la España de hoy.
La primera parte del libro Sergio del Molino nos habla del que para él es una de las obras fundamentales de la España Vacía: El disputado voto del señor Cayo, de Miguel Delibes. Nos lleva a la Irlanda y el Gales rurales y pasa a describir lo que considera el momento fundacional de la España Vacía: el Gran Trauma: el momento en que el campo español pasa a ser abandonado de golpe.
Analiza los porqués de la animadversión recíproca entre el campo y la ciudad, no exclusiva de España. El 'Gran Trauma' según del Molino, se hizo sin guardar ningún equilibrio porque el franquismo necesitaba industrializar a toda prisa las principales ciudades del país a costa del campesinado. Por eso, la despoblación de la meseta se hizo a punta de pistola. La Guardia Civil sacó de sus hogares a decenas de personas.
El ensayo también analiza distintos mitos de la España vacía, por ejemplo, el morbo de la prensa ante los sucesos de Fago, la pobreza extrema expuesta en “Las Hurdes. Tierra sin pan” de Buñuel manipulando las imágenes, (las Hurdes de aquella época estaban lejos de ser un lugar idílico, pero tampoco eran el infierno que pintó Buñuel), la construcción literaria de un paisaje mítico que echa raíces en las leyendas de Bécquer o los poemas íntimos, reflexivos y autobiográficos de Machado. El autor reflexiona por qué razón estas construcciones míticas se siguen transmitiendo de generación en generación, a pesar de que la raíz con el campo se vaya alejando físicamente cada vez más.
España es el segundo país más grande de toda la Unión Europea y también uno de los más despoblados de toda la Unión Europea, así como uno de los países con la población más envejecida de toda la Unión Europea.
Os dejo algunos extractos del libro para abrir boca:
“Viajar por la España vacía es viajar por apellidos de gente conocida. Un desvío en la autopista, una señal en una carretera secundaria, cualquier indicación conduce a pueblos que son apellidos de familias que salieron una vez de allí y no volvieron más. En una Europa homogénea y muy poblada, la España vacía es una experiencia inigualable. Paisajes extremos y desnudos, desiertos, montañas áridas, pueblos imposibles y la pregunta constante: ¿quién vive aquí y por qué? Cómo han soportado, siglo tras siglo, el aislamiento, el sol, el polvo, la desidia, las sequías e incluso el hambre”.
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“Ningún dictador ha maltratado tanto y tan persistentemente la España rural como Franco. No sólo propició el éxodo que causó el Gran Trauma y que hizo insalvables e irreversibles los desequilibrios entre el campo y la ciudad, sin que hasta la fecha los millones gastados en ayudas y todos los planes de desarrollo y las políticas agrarias europeas hayan podido revertirlo, sino que machacó con crueldad su forma de vida, haciéndola imposible. Es conocida su fiebre por construir pantanos que servían para abastecer de agua y electricidad a las grandes ciudades que no paraban de crecer. Muchos inundaron valles habitados, cuyos vecinos fueron desalojados forzosamente sin derecho a réplica. Quien no aceptaba la expropiación, salía de su casa arrastrado por la guardia civil. Sus políticas económicas, con su ansia por industrializar el país a toda prisa, arruinaron muchas comarcas frágiles, que necesitaban inversiones para modernizar sus cultivos e infraestructuras y que, ante la perspectiva de languidecer en un mercado de subsistencia, emigraron a la ciudad.”
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“La paradoja que llamo la venganza del señor Cayo (en la novela de Delibes: el disputado voto del Señor Cayo) es que el sistema electoral dio mucho poder nominal a todos los señores Cayo de la España vacía. Son ellos quienes fuerzan mayorías políticas en el parlamento. Pero no ha servido para nada, porque no es un poder real, sino una instrumentalización. Víctor, al final de la obra, se da cuenta de que al sistema y a su partido no les importan nada aquella España vacía, pero quieren utilizarla para sus fines. Y se rebela. Hay que dejarles en paz. No nos necesitan, viene a decir Víctor. Les hemos abandonado todas estas décadas, no podemos aprovecharnos de ellos ahora con promesas falsas e intereses hipócritas. Por desgracia, eso ha sido exactamente lo que ha sucedido. Víctor tenía escrúpulos, pero era un personaje de novela. En la realidad, nadie ha demostrado tenerlos. En los treinta años siguientes a la publicación del libro se consolidó un sistema electoral que, en nombre de la España vacía, utiliza sus votos inflados para seguir ignorándola como siempre. A cambio, a los señores Cayo les han puesto, allí donde se podía, un médico, una farmacia y unos columpios para los niños improbables. Lo demás sigue siendo silencio.”
Para finalizar, hay que decir que este ensayo está bien escrito y muy bien documentado, fundamentado en cifras, datos y estadísticas. Nos guste o no, en la España Vacía está gran parte de nuestro futuro.
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