Hoy vamos a seguir con el segundo humilde homenaje a otra mujer valiente que vive en el anonimato. Esta vez, nuestra heroína tiene un final feliz: María Gillespie, de Uruguay.
Para María Gillespie, los recuerdos de lo que sufrió en una prisión en Uruguay -cuando sólo tenía 15 años de edad- son casi insoportables.
María recuerda haber sido encapuchada, interrogada y torturada. Recuerda que le arrancaron todos los dientes de su boca.
Pero también recuerda -en momentos en que Amnistía Internacional celebra su 50 aniversario- lo mucho que debe a esa organización defensora de los derechos humanos, que logró poner fin al horror y la liberó.