Sin las reformas prometidas por Qatar, crece el riesgo de que el Mundial de Fútbol se asiente sobre abusos
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Más de un año después de que el gobierno de Qatar prometiera acometer reformas limitadas para mejorar la situación de los derechos laborales de las personas migrantes, las esperanzas depositadas en un verdadero avance se desvanecen a toda velocidad; así lo afirma Amnistía Internacional en un nuevo documento que ha publicado hoy.
Con el título Promising little, delivering less: Qatar and migrant labour abuse ahead of the 2022 Football World Cup, el documento presenta una "tabla de puntuación" donde se califica la respuesta de las autoridades a los problemas relacionados con nueve derechos laborales fundamentales de los migrantes identificados por Amnistía Internacional. Ha pasado un año y sólo ha habido progresos limitados en cinco de estos asuntos; en las cuatro áreas restantes, las autoridades no han avanzado nada.
“El gobierno de Qatar está defraudando a los trabajadores migrantes. El año pasado, el gobierno se comprometió a mejorar los derechos laborales de los migrantes en Qatar pero, en la práctica, no se han observado avances significativos en la protección de esos derechos", ha afirmado Mustafa Qadri, investigador de Amnistía Internacional sobre los derechos de las personas migrantes en el Golfo Pérsico.
En los últimos 12 meses prácticamente no ha habido cambios en las leyes, políticas y prácticas para los más de 1,5 millones de trabajadores migrantes en Qatar, que siguen estando a merced de sus empleadores y patrocinadores. Sobre los asuntos fundamentales del permiso de salida, las restricciones para cambiar de empleador según el sistema qatarí de patrocinio laboral (kafala), la protección de los trabajadores domésticos y la libertad para constituir sindicatos o afiliarse a ellos, no ha habido el más mínimo avance.
“La ausencia de una hoja de ruta clara con los objetivos y parámetros de referencia para la reforma suscita importantes dudas sobre el compromiso de Qatar para abordar los abusos contra los derechos laborales de los migrantes. Si no se actúa con rapidez, las promesas formuladas por Qatar en 2014 corren grave riesgo de ser descartadas como mero ejercicio de relaciones públicas para que este Estado del Golfo Pérsico siga siendo anfitrión del Campeonato Mundial de Fútbol 2022”, dijo Mustafa Qadri.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) se dispone a elegir nuevo presidente la semana que viene, el 29 de mayo. El órgano rector del fútbol mundial tiene la responsabilidad clara de dar prioridad al asunto de la explotación de los trabajadores migrantes en Qatar y deben hacer un llamamiento a las autoridades qataríes, en público y en privado, para que adopten reformas eficaces destinadas a proteger los derechos de los trabajadores migrantes.
“La FIFA ha dedicado mucho tiempo, dinero y capital político a investigar la presunta corrupción en las licitaciones a Rusia y Qatar para ser sedes del Mundial de Fútbol, y ha dudado sobre la programación de la competición. Pero la organización aún no ha demostrado un compromiso real para garantizar que Qatar 2022 no se construye sobre cimientos de explotación y abuso”, ha afirmado Mustafa Qadri.
“La FIFA debe trabajar en estrecha colaboración con el gobierno, el Consejo Supremo de Qatar 2022 –órgano responsable de la organización del Mundial de Fútbol de Qatar–, las principales empresas asociadas y otros responsables del campeonato para prevenir los abusos asociados a la organización del Mundial."
La reforma más notable que el gobierno propuso el año pasado fue la introducción de un sistema electrónico de salarios para cambiar la forma de pago a los inmigrantes, continúa en proceso de implementación. Muchos migrantes entrevistados por Amnistía Internacional en los últimos meses se seguían quejando de impagos o retrasos en el cobro del salario.
Qatar tampoco ha cumplido su objetivo de que hubiera 300 inspectores de trabajo operativos antes del fin de 2014. Sólo se han hecho avances limitados en cuanto a la adopción de medidas dirigidas a mejorar la seguridad en las obras, a regular la actividad de las explotadoras agencias de contratación y a mejorar el acceso a la justicia de las víctimas de explotación laboral.
Aunque se hubieran implementado todas las reformas que Qatar anunció en mayo de 2014, tales medidas no bastarían para abordar las causas fundamentales de la explotación generalizada de los trabajadores y trabajadoras migrantes.
En noviembre de 2013, un informe publicado por Amnistía Internacional reveló que el abuso y la explotación de trabajadores migrantes de la construcción eran prácticas generalizadas y en algunos casos constituían trabajo forzado. Aunque Qatar ha expresado desde entonces su firme deseo de poner fin a esta forma de abuso, para muchos migrantes apenas han cambiado las cosas.
A Ranjith, trabajador migrante srilankés entrevistado este año por Amnistía Internacional, no le han pagado todavía desde que llegó a Qatar, hace cinco meses. No tiene documento de identidad ni contrato. Su alojamiento, en un campamento de trabajadores ubicado en la zona industrial, está abarrotado y sucio.
"Sólo quiero trabajar y ganar algo de dinero para mi esposa y mis hijos; pero, por culpa de mi patrocinador, no puedo cambiar de trabajo. Si acudo a la policía, me detendrán y expulsarán del país, porque no tengo documento de identidad", contó a Amnistía Internacional.
“La realidad es que ha transcurrido más de un año y medio desde que Amnistía Internacional señaló la explotación incontrolada de las personas migrantes y apenas se han tomado medidas para abordar las causas originarias de estos abusos. Estamos un año más cerca del Campeonato Mundial de Fútbol Qatar 2022; se acaba el tiempo para implementar los cambios", ha afirmado Mustafa Qadri.
“Dado que continúa el auge de la construcción en Qatar y está previsto que la población de trabajadores migrantes aumente hasta los 2,5 millones, la necesidad de una reforma urgente es más apremiante que nunca."
La actitud reciente de las autoridades qataríes, en lugar de adoptar las medidas necesarias para combatir la explotación laboral, suscita dudas sobre si están más interesadas en encubrir los abusos que en ponerles fin.
Periodistas y trabajadores de derechos humanos que investigan las condiciones de los trabajadores migrantes en Qatar son objeto de detención e interrogatorio por parte de las autoridades. Sólo en el pasado mes se ha detenido a periodistas que investigaban por separado la explotación de trabajadores migrantes para la BBC y la emisora alemana WDR.
“Al intentar amordazar a quienes documentan las condiciones de los trabajadores migrantes mediante la detención y la intimidación, el gobierno transmite el mensaje de que le preocupa más su imagen que terminar con la terrible realidad de las decenas de miles de hombres y mujeres que sufren abusos en Qatar”, dijo Mustafa Qadri.
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