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miércoles, 21 de junio de 2017

Kaspar Hauser


Hoy va otra recomendación literaria. Otra rareza literaria. Esta vez se trata del libro Kaspar Hauser, Ejemplo de un crimen contra la vida interior del hombre, escrito por el jurista alemán nacido en 1775 Paul Johann Anselm von Feuerbach y publicado por Pepitas editorial de Logroño en enero de 2017.

Según el epílogo de Julio Monteverde,
"Durante la tarde del 26 de mayo de 1828, en la localidad alemana de Nuremberg, apareció, sin que nadie supiera nada de su procedencia o paradero, un adolescente con una carta en la mano. En ella, un desconocido solicitaba que se hicieran cargo del muchacho y lo incluyeran en un regimiento de caballería. Ante las preguntas de los que rápidamente se congregaron a su alrededor, su única respuesta fue: «Quiero ser jinete como lo fue mi padre».

Así dio comienzo la historia de Kaspar Hauser, una historia cuya rareza y singularidad han hecho que casi doscientos años más tarde continúe martilleando en la conciencia de Europa. Y es que pronto se descubrió que aquel adolescente había pasado toda su infancia encerrado en una habitación oscura y sin ninguna relación con el mundo exterior. A pesar de ello, parecía estar en contacto con una inocencia primordial sobre el mundo y con algunos «poderes» que poco a poco fue perdiendo con su progresiva entrada en el mundo civilizado.
Su historia recorrió toda Europa, llamando la atención de los más variopintos personajes, y acabó trágicamente cuando, sin que se sepa a ciencia cierta el autor ni la razón, fue asesinado vilmente el 14 de diciembre de 1833. Desde entonces las especulaciones sobre su origen y el significado real de su leyenda no han dejado de sucederse. El relato de su vida influyó poderosamente en la generación de románticos alemanes de la época y fue recogido posteriormente por poetas como Paul Verlaine o Georges Trakl, novelistas como Octave Aubry o Jacob Wassermann, cineastas como Werner Herzog o Peter Sehr, dramaturgos como Peter Handke o músicos como Suzanne Vega."
Como pequeños adelantos de lo que os podéis encontrar en el libro, aquí tenéis una selección:

"Kaspar planteó la pregunta de si Dios, el todopoderoso, también podía hacer retroceder el tiempo, pregunta que tenía una irónica y amarga relación con su temprano destino y que tenía como trasfondo la pregunta de si Dios le podía devolver la infancia y la juventud que había perdido por pasarlas enterrado con vida en una tumba ... en aquel entonces no entendía en absoluto, por ejemplo que Dios creaba todo de la nada. Cuando (Kaspar) les pedí explicaciones, gritaron los cuatro a la vez y cada uno decía algo distinto. Les dije entonces que todavía no entendía nada de eso, que primero tenía que aprender a leer y a escribir, a lo que me respondieron que aquellas cosas eran lo primero que había que aprender..."

"Lo que aparece con más claridad es el esfuerzo de sumisión, de aplanamiento vital al que se le someterá con intensidad ascendente conforme sus maestros y protectores vayan descendiendo en calidad moral ... el papel de Dios se vuelve más estereotipado, más acomodado a las formas de la retórica establecida para la divinidad.... En los cuatro años que duró la socialización forzosa y aplastante, Kaspar pasó de expresarse libremente haciendo un uso poético del lenguaje a hacerlo a través del uso convencional del poema.... Es un reflejo invertido de un ser humano excepcional, vuelto de revés por una sociedad completamente convencida de que nada podía ser mejor que convertirse en uno de los suyos."

"El cautiverio sufrido por Kaspar es un delito contra la vida interior en función del mundo exterior, es decir: porque lo volvió un inútil para el mundo civilizado.... ¿se le salvó o se le condenó a través de aquella socialización implacable? Todo el mundo quiso enseñar algo a Kaspar, pero nadie quiso aprender nada de él ... Se le reprochó con condescendencia su absoluta falta de comprensión del papel social de la mujer.... Kaspar únicamente quería casarse para tener una criada .... es necesario convenir que, de nuevo, su razonamiento parecería ser estrictamente coherente con su medio, y que muchos de los que le rodeaban debieron intuir el peligro que este tipo de coherencia -la coherencia del inocente- podía albergar."

"Ninguna civilización acepta de buen grado que se le recuerde lo que se pierden los que viven bajo su dominio, y Kaspar Hauser era -y sigue siéndolo a día de hoy- precisamente una muestra viviente de aquello que no somos nosotros. Durante el tiempo que pasó en sociedad, todo el mundo quiso que Kaspar encontrase un rol adaptado a las ideas preconcebidas que tenían sobre él ... Pero este juego de fuerzas que se desarrollaba siempre por encima de él también provocó que la primera fascinación diera paso a un odio soterrado que finalmente se expresó de manera inequívoca en algunos de los que lo conocieron personalmente. Un odio muy profundo nacido de las penosas conclusiones que ocasionaba su mera existencia cuando era comparada con la miseria de la vida de ciertos hombres civilizados ... Así, todas sus cualidades singulares desaparecieron, aceptó la religión establecida y se habituó a comer casi cualquier tipo de carne; sus progresos intelectuales se estancaron y su visión del mundo se fue haciendo cada vez más estereotipada, debilitando igualmente su uso del lenguaje. Ya no quedaba nada de extraordinario en él. El proceso civilizatorio había concluido y los ciudadanos podían descansar en paz ..... y una de esas personas acabó con su vida."
Aquí encontrarás un poema titulado Yo, Kaspar Hauser que publiqué en mi blog de poemas y reflexiones #RegEye.

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