Se ganaba la vida leyendo estrellas y adivinando destinos.
Él creó los signos que dibujan palabras, después de mucho estudiar el diseño de las constelaciones, el perfil de las montañas y el plumaje de las aves.
En uno de los libros más antiguos, hecho de tablillas de bambú, los ideogramas inventados por Cang Jie cuentan la historia de un reino donde los hombres vivían más de ocho siglos y las mujeres eran del color de la luz, porque comían sol.
El Señor del Fuego, que comía rocas, desafió el poder real y rumbo al trono lanzó sus tropas. Y sus artes mágicas hicieron caer una espesa cortina de niebla que dejó bobo al ejército del palacio. Los soldados se tambaleaban en la cerrazón, ciegos, sin rumbo, cuando la Mujer Negra, que volaba con plumas de ave, bajó de las alturas, inventó la brújula y la regaló al rey desesperado.
Y la niebla fue vencida, y el enemigo también.
Espejos, Eduardo Galeano.
Más info:
Ofensiva mundial contra las bombas de racimo
*No olvides a Xiao Rong Xhou
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2 comentarios:
cada vez me gusta más!
P.
Que bonito !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, queremos más!
Alicia
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